Ir al cine es una pérdida de tiempo. De hecho es la mayor pérdida de tiempo que en estos momentos me puedo imaginar.
Tras haber leído estas dos frases introductorias, muchos habréis puesto el grito en el cielo y habréis pensado de inmediato en las cantidad de horas que habréis podido malgastar entre las butacas de una sala de cine. No os alarméis, por un lado hay que reconocer que la sensación de perder el tiempo es una de las más placenteras que se pueden imaginar, y por otro, cuando me refiero a ir al cine, estoy hablando de ir al cine en pareja.
sssshhhhhhhh de enyahs en Flickr
Una de las mayores tradiciones dentro del mundo del ocio, y que además que se alimentan cada fin de semana con más asiduidad en el mundo del amor, es la de pasar una tarde viendo una película de cine con el chico o la chica que te gusta. No hay un convencionalismo que se pueda aparejar al del cinematógrafo y el cubo de palomitas, y ante eso hoy me quiero rebelar.
Nunca he entendido, y creo que jamás llegaré a hacerlo, cómo es posible que la mejor forma que se nos ocurra para disfrutar de nuestra pareja en nuestro tiempo de ocio, aparte de esos actos en los que nuestras enfermas mentes siempre están pensado, sea la de pasar un par de horas sin hablar ni intercambiar una mirada con esa persona. Dos horas, o en ocasiones bastante más, sin poder interactuar con la persona con la que se supone que estás compartiendo tu vida o en un futuro, te gustaría hacerlo. Si estás saliendo con alguien entiendo que es porque realmente disfrutas de la compañía de esa persona. Lo mismo disfrutas de una charla sobre lo más transcendental como de una conversación sobre lo más nimio, y del mismo modo tienes que vivir con intensidad cada mirada, cada caricia o cada gesto. ¿Dónde está la satisfacción en encerrarse en una sala de cine y prescindir de esas dos horas que bien podrían estar llenas de esos momentos tan agradables y gratificantes? No lo entiendo.
Ya estoy escuchando las voces que se levantan en contra de mis pensamientos, y seguro que muchos pensaréis que cuando empiezas una relación, y no conoces a alguien, el hecho de ir a ver la proyección de una película puede ser la excusa perfecta para pasar una tarde de sábado de una forma entretenida. Lo siento, amiguitos, pero sigue sin tener el menor de los sentidos. Si realmente estás empezando una relación de pareja, lo que necesitas no es que pase el tiempo por sí mismo sin hacer nada, sino comportarte de forma activa y tratar de conocer a esa otra persona si es que realmente te interesa hacerlo. Siempre perderás el tiempo si tu actitud es pasiva, y si no pones algo de tu parte para que la relación avance. Un café, una noche de copas o una cena pueden ser el camino. pero el cine no es la solución.
– ¡Hola pareja! ¿Dónde vais?
– Vamos al cine a pasar la tarde.
– Esto… ¿Tenéis algún problema en vuestra relación de pareja? ¿Hay algo que querías contarme?
Si estás a gusto con una persona no malgastes el tiempo no estando con ella, disfruta de cada momento como si fuera el último, da igual si es vuestra primera semana como si lleváis algunos años. La motivación de una relación no debe ser la de simplemente estar con esa persona, sino la de escuchar, ver y sentir que estás realmente aprovechando el tiempo, y que te merece estar como estás.
Parejas del mundo, ¡no vayáis al cine!. Disfrutad de un paseo, de un café a media tarde, y de una conversación interminable al calor de un cigarrilo, pero no os encerréis en vosotros mismos. El amor es cosa de dos.
haritz dice
Jode Fernan, qué drástico te pones! :P
Se puede disfrutar, incluso del silencio!
Txirene dice
veo que no convives en pareja todavía Fernan, si no no hubieses realizado este post.
Lo de ir al cine suele ser una excusa como otra cualquiera para poder quedar con esa persona que te gusta.
Por otro lado descubres muchas cosas a la hora de elegir la película en pareja. (Cosas que no descubres durante una «conversación interminable al calor de un cigarrilo». A excepción de que hay altas probabilidades de contraer un cancer y de que ELLA siempre tendrá la última palabra, de ahí que se haga interminable)
En la elección de la película descubres si es romántica y le van las películas de Hugh Grant, si es de fuerte carácter y por eso le van las de Terminator y cia o si no tiene gusto y por eso le van las películas españolas).
Toda esta información te servirá, querido amigo, para saber lo que hacer cuando quieras ver esa película que te bajaste del e-mule y que ella no soporta, o si quieres arreglar la discusión de ayer en la que «ella tenía toda la razón» y eliges , por mera casualidad,ver «Dirty Dancing».
Sinceramente, vete al cine a ver una película en pareja y sabrás más de tu pareja que cientos de horas sentado en un banco, o fumando un cigarro.
Fernan dice
@Txirene. Discrepo contigo. El argumento que me estás dando para ir al cine es que puedes saber mucho de esa persona en el momento de escoger la película, y sinceramente, creo que ese argumento es muy débil.
Has probado a preguntar directamente: ¿Qué tipo de cine te gusta? No es necesario, estar en frente de una cartelera para plantearse esa pregunta.
Entiendo qeu a veces mantener una conversación con alguien puede resultar tedioso, por diferentes motivos que quizás analice otro día, pero es bien cierto que es en ese momento donde debemos poner todo el empeño.
En definitiva, prefiero la conversacón, antes que la distracción.
@Haritz. Esta teoría es parte de otras muchas, que aún no me había atrevido a publicar. estamos atados y llenos de convencionalismos, y cuando alguien nos muestra la verdad preferimos encerrarnos en esa jaula que ver la verdad. (Me ha sonado un poco como a secta, no?)
Y sí, tienes razón, se puede disfrutar del silencio, pero ahí entran en juego otros factores y otros sentidos.
T dice
Por no hablar del precio que tiene!
Para eso, lo mejor, te lo bajas del XXmule y lo ves en casa y en caso de querer otras cosas, se para la peli y sigues viendola después de terminar. Y encima sin molestar a nadie.
100% de acuerdo con tu último parrafo.
dicky del hoyo dice
Yo leo lo tuyo y entiendo que:
A) tienes ganas de polemizar y y como panchito que soy, muerdo el anzuelo
b) te cuento lo mío y lo hablamos.
Yo soy de esos tipos raros que sigue yendo al cine. En pareja, en trío, cuarteto de cuerda o en un sólo desafinado. El cine es mi templo y por eso, una de mis escenas favoritas es la de Duchovny estrellando el móvil de un tipo que molestaba en el cine.
http://cort.as/1Mj
Como seres multitareas que somos, podemos estar disfrutando de la película y disfrutando de la persona que nos acompaña durante el pase de la película. Además del disfrute lógico (el que seguro que se te ha venido a la cabeza, guarrete :) ) está la experiencia compartida. Para mi, ver una película, una buena película, tiene tanto de experiencia real como viajar a supongamos Santorini en Grecia. Por lo tanto si te acompaña una persona a la que quieres, esa experiencia se multiplicará en su deleite con el posterior coloquio cinéfilo. Con la mirada complice en las escenas dumbre, con un apretón de manos cuando el héroe lo está pasando mal. Con la lagrima reflejada cuando el pianista apila las maletas en el gueto tras la marcha de los nazis. Además, cuando acaba la función, nuestro imaginario tendrá otro punto en común.
Siguiendo tu silogismo creo que sería igual de aburrido acudir con tu chica a un concierto de Prince, a una velada de Jazz, a una cena en un buen restaurante. Todo se reduciría a una molesta presencia parasitaria y la experiencia sería una distracción del hecho ontológicamente puro: la jamada, el baile, el oir buena música.
Yo elevo al buen cine, cada vez más escaso, a la categoria de arte, al concepto de experiencia vivida y no soñada. Y por eso me ha gustado compartirlo con todas mis parejas que en el mundo han sido. Y por eso, como diría Miguelito, el amigo de Mafalda: «recontraodio» a los que van al cine a pasar el rato, a contar la película a voz en grito, a los que molestan deglutiendo asquerosamente todo tipo de chucherias (Crunch, crunch).
En fin, que es un placer discutir contigo. Supongo que convencerte, no te convenceré, porque la fe o se tiene o no se tiene. A mi me han intentado convencer durante años en la existencia de un ser superior y no ha habido manera. Como dijo Trueba al recibir el Oscar: «Yo no creo en Dios, pero creo en Billy Wilder».
Amén hermano.
Mónica dice
Por fin alguien que me entiende incluso si se trata de ver una película prefiero hacerlo en casa con mi pareja tiene mayor aire de intimidad, si te cansa la película simplemente la pausas y conversas puedes comer lo que quieras y es más cómodo conozco parejas que solo van al cine juntas y tienen muuuuchos problemas así que apoyo total a tu teoría :D