¿Ha cambiado realmente la forma en la que consumimos contenido multimedia en los últimos tiempos? ¿Nos hemos adecuado a una nueva forma de disfrutar del cine, la televisión o la música? ¿Realmente los nuevos dispositivos se adaptan a nuestras necesidades o somos nosotros los que adoptamos nuevos modos de consumo de contenido digital?
Las nuevas televisiones de alta definición, conexión a Internet, con pantallas incluso curvas como los últimos modelos de TV con acceso a Internet de Samsung así como otros que nos permiten disfrutar de contenido en 3D nos permiten disfrutar en nuestros hogares de sensaciones que hasta el momento eran de un ámbito reservado únicamente a las salas de cine.
Los reproductores de archivos en formato MP3, los teléfonos inteligentes o smartphones, la televisión por TDT, los centros de almacenamiento multimedia, la TV por Internet, los dispositivos portátiles de última generación. Durante la última década la industria y la tecnología han irrumpido en el mercado para presentarnos nuevas formas de consumir contenido digital y nuevos dispositivos para mejorar esta experiencia, aunque si profundizamos en el uso real que damos a estos elementos quizás no se haya evolucionado tanto.
Sin entrar por el momento en valoraciones, sí parece que por un lado el flujo de información sigue siendo similar, aunque las herramientas tecnológicas que utilizamos para tal fin han ido evolucionando con algunos matices en nuestros comportamientos hacia ellas.
¿Cómo consumimos contenidos multimedia?
Ordenadores portátiles y de sobremesa
Estos dispositivos han cedido el testigo en ventas a otros dispositivos más portables aunque siguen teniendo su uso a la hora de disfrutar de contenido multimedia. Cada vez su uso es más residual, puesto que en nuestros hogares otros nuevos productos están cada vez más presentes y tienen más protagonismo, aunque hasta hace no tanto nos han permitido casi de manera exclusiva centralizar la obtención de música y producciones audiovisuales a través de Internet, reproducir esos medios y también almacenarlos.
Su uso sigue siendo muy importante en el ámbito laboral y profesional con equipos más capacitados para poder hacer rendir con fluidez nuevas versiones de software y herramientas de trabajo.
Smartphones
Aunque los teléfonos móviles llevan muchos años entre nosotros el hecho de que se hayan convertido en inteligentes ha hecho que su importancia en la manera de comportarnos con la tecnología y de comunicarnos haya cambiado drásticamente. La inmediatez a la hora de acceder a contenidos en formato imagen, audio o video, y la posibilidad de compartirlo de inmediato gracias a las conexiones de redes móviles.
El contenido puede seguir siendo el mismo, pero la forma en la que lo disfrutamos es mucho más fugaz y en consecuencia su producción está transformándose en algo pensado para consumir de manera inmediata y sin vocación de perdurar. Pensamos en este momento en los 140 caracteres de los mensajes de Twitter, los videos reducidos de Vine o las series de imágenes publicadas en Instagram.
Tablets
Aunque haya quien pueda opinar lo contrario, Apple es el culpable de que con su iPad hayamos encontrado un nuevo dispositivo que ha pasado a convertirse en un nuevo modo de acceder a contenido online para una parte importante de muchos internautas. Se ha creado una nueva necesidad hasta ahora inexistente, o que fácilmente podría ser cubierta por un ordenador portátil.
Con las tablets, navegar por Internet, gestionar el correo electrónico o consultar las redes sociales se ha convertido en una acción cotidiana, doméstica y diferente a lo conocido hasta este momento.
Mucho se ha hablado de uso técnico, de aplicaciones orientadas al mundo sanitario, de avances en otras ciencias y áreas profesionales, y no vamos a desdeñar esos usos, pero lo cierto es que donde verdaderamente ha irrumpido es en los hábitos dentro del hogar donde ha conseguido ser un complemento perfecto para muchos desayunos matutinos o noches de televisión y manta.
Internet y televisión
Como hemos adelantado, los nuevos modelos de televisores han evolucionado, tanto en tamaño como en prestaciones, si bien la actitud que tomamos ante ellos permanece intacta, no se han creado nuevas costumbres o necesidades como por ejemplo en el caso comentado de las tablets.
En este caso el comportamiento es el mismo, el entorno de nuestros hogares no ha cambiado, si bien el acceso a la televisión por cable, a través de satélite o la ya instaurada TDT ha abierto el abanico de contenidos disponibles. No obstante es Internet quien realmente permite que no solo una gama de canales cerrados tenga cabida en nuestros televisores sino que todo el contenido producido y publicado alrededor del mundo pueda ser accesible desde nuestra propia casa.
En ese caso el usuario es quien dictará aquello que quiere ver y escuchar, saltando la barrera de la antigua televisión donde la programación y el horario en el que se debía consumir venía impuestas.
Servicios streaming
Saltando directamente desde el punto anterior debemos comenzar a hablar de la televisión a través de Internet, de las versiones online de las principales cadenas y productoras de televisión. La irrupción de las descargas de cine y series de televisión, el incremento en las horas dedicadas al ocio en las poblaciones de las grandes ciudades y la diversidad de puntos de acceso a contenidos digitales ha forzado al mundo de la televisión a adecuarse a las nuevas formas de consumir contenido multimedia.
Hoy podemos por fin disfrutar de los mismos programas que vemos en un horario estricto y prefijado en nuestros televisores en cualquier momento del día, en el lugar que prefiramos y en el dispositivo de acceso que tengamos a mano en ese monento siempre y cuando dispongamos de acceso a Internet.
Internet es una vez más un protagonista importante en estos avances puesto que sin su presencia nada de esto que estamos comentado podría llegar a ser posible al necesitar de una presencia física para poder obtener la información que queremos disfrutar.
Y si hablamos de televisión no podemos olvidarnos de los servicios de streaming que serán protagonistas desde este mismo momento a la hora de acceder a contenido en forma de audio o video como pueden ser Spotify, Netflix o el mismo YouTube, por nombrar solamente algunos de los más populares.
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