El precio de la gasolina ha alcanzado cotas no conocidas hasta el momento, la previsión de que el precio del depósito de combustible pueda bajar es más que incierta y cada vez nos encontramos con que nuestros desplazamientos cotidianos en vehículos a motor nos resultan más caros. Es momento de pensar en alternativas al uso de nuestro propio vehículo y a no sólo con fines ecológicos sino también con fines económicos.
Probablemente muchos nos lo hayamos planteado ya, pero un pequeño de resumen para propios y ajenos de las posibilidades que, sobre todo, una ciudad más o menos grande nos brinda.
Sobre el transporte urbano y las alternativas al uso del coche
¿Usamos el transporte público?
El metro, el autobús o el tren obviamente son las soluciones más interesantes para poder desplazarnos por la ciudad bien sea en nuestros trayectos al trabajo o para nuestro tiempo de ocio. Es económico, si bien las tarifas de los viajes están en constante crecida, y además contamos con la puntualidad y las frecuencias prácticamente aseguradas en un altísimo porcentaje. En cuanto al tráfico con el metro y el tren nos olvidamos de atascos, y si hablamos del autobús, la mayor parte de ciudades disponen de carriles específicos para el transporte público por lo que contamos con gran ventaja sobre el resto de vehículos. Además, por poner un contrapunto, también nos podemos encontrar a diario con curiosas anécdotas en el transporte urbano y suburbano.
¿Compartimos coche?
En nuestra empresa es muy probable que varios compañeros se desplacen en su propio coche. No es raro encontrarse diferentes compañeros que se organizan para que semanalmente se pueda repartir el uso del vehículo y también el gasto de la gasolina invertida. Es cierto que tendremos que modificar nuestra ruta diaria en algunas ocasiones cuadrar nuestros tiempos de entrada o de salida, pero finalmente económicamente nos podrá llegar a compensar. En Bilbao encontramos incluso sitios webs donde podemos organizarnos a la hora de compartir nuestro coche.
¿Qué tal una bicicleta?
Uno de los transportes alternativos más recurrentes es la bicicleta. Se viene utilizando desde tiempos inmemoriables y es sin duda un medio a tener en cuenta y que jamás pasará de moda. Además la bicicleta es un medio que a la larga resulta muy económico. Si invertimos un cantidad de dinero razonable en una bicicleta nos aseguraremos que nos pueda durar muchos años. Podemos consultar online lo que nos puede costar una bicicleta de este tipo en sitios web como Bikester.es por poner un ejemplo. Si echamos cuentas de los gastos anuales en bonos de transporte o en trayectos en vehículos a motor seguro que nos salen las cuentas.
¿Andamos?
Siempre nos quedarán nuestras piernas. Dar un paseo hasta nuestro centro de trabajo o hasta el centro comercial más cercano puede resultarnos incluso beneficioso para nuestra salud siempre que las distancias no sean excesivas, claro esta. Quizás podamos tardar un poco más en llegar a nuestro destino, pero seguro que nos ahorramos atascos innecesarios y evitarnos las aglomeraciones de ciertas horas en los transportes públicos.
paunero dice
La verdad que el coche para desplazamientos cortos cada vez da mas asco. Tardas mucho en llegar, es imposible aparcar y al final te sale muy caro.
Para Bilbao andar lo mas saludable.
andrea dice
Yo soy de valencia, y para ir al trabajo o moverme con facilidad voy en bicicleta, y vamos la mejor decisión, parece que ya se toman mas enserio los carriles bici, pero los peatones como que les da igual.